miércoles, 29 de octubre de 2008

MÁS ALLÁ








ALLÁ. Si acaso al otro lado de la vida
otra vez, por azar, nos encontramos,
¿se reconocerán nuestras miradas
o seremos tan sólo un par de extraños?
De todos modos te amaré lo mismo.
Juntos. O separados.












Luna de miel. (encontrado en el BLOG desvan de mi abuela)
"Si te cansas de mí, se me revienta el alma"


Ella le miró, con los ojos llorosos y las mejillas ardiendo.
Él apretó los párpados. "No me mires así", pensó, "sólo quiero olvidarte".
- No quiero volver a verte - susurró ella - esto no da más de sí. Ya está, se terminó. Al final nos cansamos y el mundo estalló.
El aplastó su corazón contra las costillas, procurando que no se le escuchara temblar.
- No quiero volver a verte - repitió - duele.
Agachó la cabeza y su interior se derrubó. Pero siguió entera.


Él no pudo soportarlo más. Se dió la vuelta y echó a correr.
Las lágrimas arrugadas en el suelo fue lo único que quedó de ellos dos.



Si sabes del placer no ahorres el beso

que el gozo de amar no entraña mesura.

Déjate besar, y besa tú después

que siempre en los labios el amor perdura.

No beses, no, como el esclavo y el creyente,

sino cual viajero en la fuente regalada.

Déjate besar –sacrificio fervientecuanto

más candente, más fiel el beso.

¿Qué habrías hecho si mueres antes

sin otro fruto que la brisa en tu mejilla?

Déjate besar, y en el pecho, en las manos,

amante o amada –la copa bien alta.

Cuando beses, bebe, cuide el vidrio el temor:

besa en el cuello, la más bella zona.

Déjate besar y si te queda nostalgia

besa de nuevo, que la vida es escasa.

“Maestro de amor”, Joan Salvat-Papasseit

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